Recortarán el gasto y postergarán las inversiones
Ajuste de cinturón. En los próximos días, el Gobierno dispondrá un recorte del gasto corriente y de inversión, y prohibirá la entrega de recursos para la atención de demandas adicionales al presupuesto de este año.
El premier Javier Velásquez confirmó que la meta es no superar el déficit fiscal establecido en 2% para cierre de 2010, pero aseguró que no se le quitará “ni un centavo” al presupuesto de los programas sociales, como Juntos. “Vamos a hacer un esfuerzo para disminuir el gasto corriente, la contratación de personal, los servicios de telefonía… Vamos a ordenar la casa para no superar la meta de déficit fiscal”, explicó.
LAS MEDIDAS. Para ello, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) elabora un decreto de urgencia que establecerá un tope de 3% al crecimiento del gasto en bienes y servicios, teniendo en cuenta que la proyección es que supere el 18%. En esta medida se exceptuará algunos gastos operativos, como mantenimiento, servicios básicos de personal, elecciones, la recuperación de la capacidad operativa del sistema de defensa nacional, entre otros.
La norma, a la que tuvo acceso Perú.21, suspenderá los proyectos de inversión y la compra de nuevo equipamiento que no cuente con buena pro, aunque se elabora una lista de obras que serán exoneradas de esta disposición. El MEF también pondrá, como tope, un monto de S/.3,380 millones al uso de los recursos de la reserva de contingencia. El total de dicho fondo asciende a S/.4,680.3 millones.
Otra medida será prohibir la incorporación en el presupuesto de recursos provenientes de operaciones de endeudamiento, con excepción de los destinados a Defensa y a Interior. La última disposición –y quizá la más controvertida– es la no asignación de recursos para atender demandas adicionales a las presupuestadas, es decir, unos S/.6,761 millones, de acuerdo con estimados del MEF.
“Estas medidas extraordinarias tienen como finalidad reducir el ritmo de crecimiento del gasto público, toda vez que –de no frenarse– se incumplirían las metas fiscales, generando presiones inflacionarias, y se reduciría la capacidad de respuesta del Estado ante eventuales desastres naturales o una recaída de la economía mundial”, argumenta el decreto de urgencia.
De continuar el actual ritmo, el déficit fiscal llegaría al 2.4% y el gasto de consumo del Gobierno crecería 8.8%.
El premier Javier Velásquez confirmó que la meta es no superar el déficit fiscal establecido en 2% para cierre de 2010, pero aseguró que no se le quitará “ni un centavo” al presupuesto de los programas sociales, como Juntos. “Vamos a hacer un esfuerzo para disminuir el gasto corriente, la contratación de personal, los servicios de telefonía… Vamos a ordenar la casa para no superar la meta de déficit fiscal”, explicó.
LAS MEDIDAS. Para ello, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) elabora un decreto de urgencia que establecerá un tope de 3% al crecimiento del gasto en bienes y servicios, teniendo en cuenta que la proyección es que supere el 18%. En esta medida se exceptuará algunos gastos operativos, como mantenimiento, servicios básicos de personal, elecciones, la recuperación de la capacidad operativa del sistema de defensa nacional, entre otros.
La norma, a la que tuvo acceso Perú.21, suspenderá los proyectos de inversión y la compra de nuevo equipamiento que no cuente con buena pro, aunque se elabora una lista de obras que serán exoneradas de esta disposición. El MEF también pondrá, como tope, un monto de S/.3,380 millones al uso de los recursos de la reserva de contingencia. El total de dicho fondo asciende a S/.4,680.3 millones.
Otra medida será prohibir la incorporación en el presupuesto de recursos provenientes de operaciones de endeudamiento, con excepción de los destinados a Defensa y a Interior. La última disposición –y quizá la más controvertida– es la no asignación de recursos para atender demandas adicionales a las presupuestadas, es decir, unos S/.6,761 millones, de acuerdo con estimados del MEF.
“Estas medidas extraordinarias tienen como finalidad reducir el ritmo de crecimiento del gasto público, toda vez que –de no frenarse– se incumplirían las metas fiscales, generando presiones inflacionarias, y se reduciría la capacidad de respuesta del Estado ante eventuales desastres naturales o una recaída de la economía mundial”, argumenta el decreto de urgencia.
De continuar el actual ritmo, el déficit fiscal llegaría al 2.4% y el gasto de consumo del Gobierno crecería 8.8%.
